Sí, Dios es misericordioso. Él tiene compasión y nos trata con misericordia manifestando Su gracia, aun cuando Dios aborrece las cosas malas que hacemos. El Salmo 136 hace un recorrido por la historia de Israel y menciona 26 veces «Porque para siempre es su misericordia» como un común denominador.
La misericordia es la inclinación a sentir compasión por los que sufren y ayudarles. El ejemplo más importante de misericordia en la historia ha sido la entrega de su Hijo Jesucristo en la cruz dando su vida por los pecadores.
Dios nos ama, pero no ama nuestro pecado. Él quiere que seamos honestos y justos. Pero sobre todo, Dios quiere que hombres y mujeres le amen. Por eso, tenemos esta invitación en Hebreos 4:16
«Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro».
El profeta David dijo:
«Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan» (Salmo 86:5).
«Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias» (Lamentaciones 3:22).
«Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)» (Efesios 2:4-5) y
«…os ruego por las misericordias de Dios…» (Romanos 12:1).