José fue descendiente del rey David, desposado con María, José fue un hombre justo. Tenía su genealogía registrada en Belén, por lo tanto, tuvo que viajar allí desde Nazaret a causa del empadronamiento ordenado por Augusto César:
«y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.» (Mateo 1:16).
«Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.» (Lucas 2: 4-5).
El carácter de José
José era justo, o sea, un hombre piadoso, respetuoso y obediente a la ley. Por Lucas 2:24 sabemos que era pobre:
«y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.»
La relación de José con María
Cuando María regresó de su visita a Elisabet (Lucas 1:39-56).
«…Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.»
José decidió romper el compromiso con ella, pero por amor y compasión quiso hacerlo secretamente, sin pasar por las habituales medidas públicas.
Muy sorprendido por una revelación angelical (Mateo 1:20-23) aceptó con una fe sencilla la concepción milagrosa del niño y se preparó para su importantísimo cometido en cuanto al Mesías.
Se casó legalmente con María (Mateo 1:24).
«Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.»
Aunque aún sin unirse con ella. Al nacer el niño le puso por nombre Jesús
«Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS» (Mateo 1:25 y Lucas 2:21).
De modo que el niño nació como si fuera «hijo de José” (Mateo 13:55; Juan 1:45; 6:42).
«¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?»
Junto con María y a causa del edicto de Augusto César, José fue a Belén cuando se acercaba el tiempo de nacer del niño (Lucas 2:1-7).
Tras los eventos descritos en Lucas 2:22-39 y Mateo 2:1-12, huyó con María y el niño a Egipto (Mateo 2:13ss).
Tras la muerte de Herodes una nueva revelación divina le llevó hasta Nazaret:
«Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,
diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.
Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.
Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,
y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.» (Mateo 2:19-23).
Allí trabajó como carpintero (Marcos 6:3).
José tiene la incomprensión de María frente a la declaración de Jesús respecto a su misión especial (Lucas 2:41-52).
La simple lectura de algunos textos bíblicos muestra que era padre de varios hijos e hijas con María (Mateo 1:25, Marcos 3:31-35; Juan 7:5).
«¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?» (Mateo 13:55)
El final de José
No se le nombra más con María y los hermanos de Jesús, y la entrega que Jesús hace de su madre al cuidado de Juan al pie de la cruz, lleva a pensar que José ya había muerto entonces.
«Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.» (Juan 19:26-27).