A causa de su grandeza e innumerables atributos y por nuestra pequeñez y limitaciones ni siquiera un amplio y profundo conocimiento de la palabra de Dios, nos permiten alcanzar para comprender realmente cómo es Dios. Sin embargo hay textos que nos abren una gran ventana para comprender en buena parte la pregunta por ejemplo Daniel 2:20-23 cuando Daniel escribió:
«Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.
El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey».