En estos últimos años hemos visto cómo el colectivo LGTB a nivel mundial se ha apoderado del arcoíris como su seña de identidad; sin embargo, una lectura cuidadosa de Génesis 9 tras el conocido como diluvio universal, nos muestra que es el símbolo elegido por Dios para recordar no solamente a Noé sino a toda la humanidad su promesa.
«Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes»
(Génesis 9:13-14).
Es el símbolo y recordatorio de una promesa de Dios.