Esta es una pregunta crucial porque desde los púlpitos no se habla apenas sobre el infierno llegando incluso a abandonar dicha creencia. Por ejemplo y según una encuesta un 40% de norteamericanos no creen en la existencia del infierno. En general, la gente está poco preocupada por dónde pasará la eternidad. Nuestras convicciones sobre dónde pasaremos la eternidad afectan cómo vivimos el presente.
La tremenda seriedad del infierno se demuestra en que el Señor Jesús habló amplia y repetidamente sobre el infierno, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35).
La ira de Dios nunca dejará de existir para aquellos que “…irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46).
La mayor pena del infierno es ser privado de la presencia de Dios y de su gracia. El infierno es un lugar de tormento, soledad, dolor y miseria. Debes hacer lo posible para no pasar allí la eternidad.