Algunas personas han llegado hasta el punto de decir o escribir, que Dios es el autor del mal en el mundo. Dios no es el creador del mucho mal que hay en este mundo (y que aumenta a diario), sino al contrario, ofrece desde el principio de la Caída humana, la solución al problema del mal en el mundo.
Dios es infinitamente bueno como dice Lamentaciones 3:25. El mal no puede proceder de Dios, sino que es el fruto de una actitud desobediente de cada ser humano a la voluntad y a la palabra de Dios.
«Los hombres amaron más las tinieblas que la luz» leemos en Juan 3:19.