Muchos millones de personas creen porque algunas religiones lo predican, que ser bueno es una condición indispensable para ir al cielo.
Sin embargo, el Señor Jesús dijo:
«Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios» (Marcos 10:18).
Por su parte, Pablo afirmó:
«…No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno» (Romanos 3:10-12).
Por lo tanto ser bueno, aunque sea digno de alabanza por parte de los hombres e incluso por Dios en nuestra vida terrenal, en ningún caso va a proporcionar vida eterna a nadie.