Por una parte leemos en la Biblia que los salvos somos
«elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo»
1ª Pedro 1:2.
Además en Génesis 3:8 vemos que Jehová Dios busca al hombre (que andaba escondiéndose),
profetiza la salvación en Génesis 3:15
«…entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar»
y provee los medios para la salvación en Génesis 3:21
«Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió».
El resto de la Biblia abunda en esta historia de la salvación.