El amor de Dios es tan grande que no puede medirse, a la vez es un misterio cómo Dios puede amarnos tanto a cada uno de forma individual. A la vez, este amor es tan grande que no se puede explicar en palabras, nadie podría hacer esa declaración.
Por eso Juan 3:16 empieza diciendo:
«de tal manera amó Dios al mundo» y sigue diciendo: «que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».
«Dios es amor» dice el apóstol del amor en 1ª Juan 4:8. La naturaleza de Dios es amor.