En numerosas ocasiones hemos oído a personas decir tener mucha fe, o tener poca fe, o faltarles la fe, quizá no sabiendo bien qué es la fe y sobre todo en quién hay que depositar esa fe. La respuesta está en la Biblia que nos ofrece una clara definición en Hebreos 11:1, 3.
«Es, pues, la fe la certeza de lo que no se espera, la convicción de lo que no se ve …por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía».
Tras una lista de personas de fe leemos:
«Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe…» (He. 11:39).