Muchas personas (y algunas religiones y sectas) creen que una vez muertos no sucede nada, que la persona es aniquilada y desaparece, pero tal enseñanza no solo no procede de la palabra de Dios sino que la contradice. Se nos habla claramente de juicio tras la muerte, en Hebreos 9:27 donde se declara con sencillez y claridad:
«Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio», y también en Daniel 12:13 dice: «Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días».
Nada enseña la Biblia sobre la aniquilación, pero mucho sobre la eternidad.