Por muchas razones la astrología y los horóscopos no son para los hijos de Dios. Tan sólo Dios sabe el futuro. No es para nosotros lo que Dios no ha revelado claramente en Su Palabra (Dt. 29:29).
En Deuteronomio 18:10-12:
«No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti».
En Isaías 47, Dios también advierte sobre el error de «los que profetizan por medio de las estrellas…»
En Miqueas 5:12 hay una advertencia: «Exterminaré las hechicerías de tu mano, y no tendrás más adivinos». Son palabras fuertes pero innegables de Dios mismo.