Jesús es Dios, tal como se ve en las páginas del Antiguo Testamento en diversos textos con apariciones y profecías. Durante su vida terrenal en sus palabras y milagros manifestó continuamente que además de ser hombre perfecto, era Dios verdadero. De hecho, los judíos le acusaron y atacaron por hacerse Dios.
En el evangelio de Juan cap. 10:33 leemos:
«Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.»
La naturaleza humana y divina de Jesús
El Señor Jesucristo posee todos los atributos de la deidad, por ejemplo vemos que Jesús es omnisciente, omnipresente y omnipotente y que en definitiva, posee todas las prerrogativas de Dios.
Colosenses 2:9,10 lo resume majestuosamente:
«Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.»